Época Precolombina
Antes de la llegada del hombre europeo, el continente
americano estaba poblado por indígenas cuyo origen para el caso particular de
Santa Marta es muy difícil de determinar, porque al estar al norte de Sudamérica
y en el extremo más septentrional de Colombia, experimentaba el paso de
migraciones indígenas en todos los sentidos.

Los Tayronas formaban núcleos de población con numerosos habitantes.
Su economía era esencialmente agrícola; cultivaban maíz, balata, piña y otros
productos con avanzada técnica, sistema de terrazas y riegos. Intercambiaban
sus productos con otras tribus indígenas del interior del país, pues hasta las
esmeraldas llegaron a la costa. Explotaban la sal y trabajaban el oro.
Época Hispanica

La colonización de estas tierras comenzó con la llegada a
Santa Marta del gobernador Lope de Orozco en 1596, tras lo cual se realizaron
algunas mejoras, se organizó la agricultura, la cría de ganados y se entablaron
relaciones con los indígenas. Fueron traídos por los españoles para mejorar la
agricultura. Santa Marta, al igual que Cartagena de Indias, fue blanco de
incursiones de piratas o filibusteros que durante los siglos XVI y XVII la
saquearon varias veces.
Cuando fue creado el Virreinato de Nueva Granada, en 1724,
la región conservó el carácter de provincia. En 1724 fue suspendido el
Virreinato para ser restablecido en 1746, conservándose el sistema de gobierno
hasta la época moderna.
Periodo Republicano
La lucha por la independencia continuaba. Los hombres al
mando de los coroneles Carreño, Padilla y Maza derrotaron a los realistas en la
batalla de la Ciénaga Grande. Luego, Carreño y Lara con sus tropas libertadoras
entraron a Santa Marta el 11 de noviembre de 1820, después de una sangrienta
campaña que dejó en el campo de batalla cerca de 700 muertos, 400 heridos y más
de 600 prisioneros, en su gran mayoría indígenas cienagueros reclutados por el
ejército español.

En la década de 1840 sucedieron varios hechos destacados
para el progreso de Santa Marta. Así por ejemplo, inició actividades la Caja de
Ahorros de Santa Marta (1846), se estableció el alumbrado público de la ciudad
(1848) y se constituyó la “Sociedad Filarmónica de Santa Marta” (1849). Otro
hecho significativo fue el establecimiento del primer periódico económico y
comercial del país, la Gaceta Mercantil, editada por Manuel Murillo Toro entre
1847 y 1860.
Durante varias décadas del siglo XIX, Santa Marta fue el
principal puerto de la Nueva Granada, por donde se movilizaba gran parte del
comercio exterior del país y sus recaudos de aduana superaban ampliamente a los
de Cartagena, Sabanilla y Barranquilla. Durante el período 1840 – 1872 Santa
Marta se convirtió en el principal puerto importador de la Nueva Granada y
durante algunos años también fue el mayor exportador. En el año fiscal
1871-1872 los recaudos de Santa Marta y Sabanilla fueron muy similares, pero ya
al año siguiente ésta última aduana superó a Santa Marta ampliamente. Lo
paradójico de Santa Marta es que su dinámica comercial durante el siglo XIX,
estuvo acompañada con una disminución de su población en términos absolutos y
relativos.
Siglo XX
El auge del banano impulsó una ola migratoria hacia Ciénaga,
la Zona Bananera y Santa Marta, desde diferentes departamentos de Colombia y
del exterior. Es así como a esta subregión llegaron varias familias originarias
de Bogotá, Bolívar, Antioquia y otras subregiones del departamento del
Magdalena como Valledupar y la provincia de Padilla (sur de La Guajira), en
busca de oportunidades. De todas las familias llegadas a esta subregión, con el
pasar de los años la historia más conocida sería la de los Márquez Iguarán,
abuelos maternos del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien
haría universal el nombre de Macondo, pueblo imaginario que podría ser
cualquiera de los ubicados en el Caribe colombiano.

Siglo XI

En el 2025 Santa Marta cumplirá 500 años de fundada y desde
ya la ciudad de Cuchacique, de Bastidas y de Bolívar (la ciudad tayrona,
hispana y republicana) debe prepararse para ser el principal destino
ecoturístico y de turismo cultural en Colombia. El desarrollo sostenible de
Santa Marta es posible, siempre y cuando la ciudad se proyecte hacia el siglo
XXI con administraciones públicas honestas, transparentes y eficientes, que
cumplan con su función social y permitan la libre iniciativa de empresarios
emprendedores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario