Historia





Época Precolombina

Antes de la llegada del hombre europeo, el continente americano estaba poblado por indígenas cuyo origen para el caso particular de Santa Marta es muy difícil de determinar, porque al estar al norte de Sudamérica y en el extremo más septentrional de Colombia, experimentaba el paso de migraciones indígenas en todos los sentidos.
Los originarios que llegaron en definitiva a poblar el territorio formaron grupos separados por el complejo topográfico, con culturas más o menos diferentes. Entre ellos sobresalen los Tayrona que tuvieron gran influencia en la región Caribe, y estaban localizados hacia las faldas de la Sierra Nevada de Santa Marta en su vertiente norte.
Los Tayronas formaban núcleos de población con numerosos habitantes. Su economía era esencialmente agrícola; cultivaban maíz, balata, piña y otros productos con avanzada técnica, sistema de terrazas y riegos. Intercambiaban sus productos con otras tribus indígenas del interior del país, pues hasta las esmeraldas llegaron a la costa. Explotaban la sal y trabajaban el oro.

Época Hispanica

En 1524 Rodrigo de Bastidas capituló la gobernación de Santa Marta que correspondía a los territorios desde el Cabo de la Vela hasta la desembocadura del Río Magdalena, la responsabilidad sobre estas gobernaciones recaía únicamente sobre el capitulante y en ningún momento sobre la realeza hispánica. Por lo tanto, era responsabilidad del conquistador la fundación de pueblos, la atracción de colonos, la traída de semillas, ganado de todo tipo y esclavos. Bastidas, llegó a la gobernación en 1525 y fundó a Santa Marta como capital y puerto. Sus intenciones con esta tierra eran diferentes a las de los demás conquistadores, éste quería pasar sus últimos días de vida en este territorio. Debido a esta determinación, las ideas de Bastidas sobre la esclavitud y los métodos utilizados para la extracción de recursos eran contrarios a la de la mayoría de sus otros competidores, por lo que fue atacado por los secuaces de Juan Villafuerte, su propio lugarteniente. Herido en el atentado, intentó volver a La Española. El 28 de julio de 1527, al anclar en Santiago de Cuba, falleció a causa de los golpes recibidos. En su reemplazo fue designado como gobernador Rodrigo Álvarez Palomino.
Desde Santa Marta partieron varias expediciones conquistadoras, siendo la más importante la de Gonzalo Jiménez de Quesada, que culminó en 1538 con el descubrimiento de la Sabana de Bogotá y la fundación de Santafé.
La colonización de estas tierras comenzó con la llegada a Santa Marta del gobernador Lope de Orozco en 1596, tras lo cual se realizaron algunas mejoras, se organizó la agricultura, la cría de ganados y se entablaron relaciones con los indígenas. Fueron traídos por los españoles para mejorar la agricultura. Santa Marta, al igual que Cartagena de Indias, fue blanco de incursiones de piratas o filibusteros que durante los siglos XVI y XVII la saquearon varias veces.
Cuando fue creado el Virreinato de Nueva Granada, en 1724, la región conservó el carácter de provincia. En 1724 fue suspendido el Virreinato para ser restablecido en 1746, conservándose el sistema de gobierno hasta la época moderna.

Periodo Republicano

La lucha por la independencia continuaba. Los hombres al mando de los coroneles Carreño, Padilla y Maza derrotaron a los realistas en la batalla de la Ciénaga Grande. Luego, Carreño y Lara con sus tropas libertadoras entraron a Santa Marta el 11 de noviembre de 1820, después de una sangrienta campaña que dejó en el campo de batalla cerca de 700 muertos, 400 heridos y más de 600 prisioneros, en su gran mayoría indígenas cienagueros reclutados por el ejército español.
En 1834 Santa Marta sufrió un terremoto que dejó a la ciudad en aspecto ruinoso durante varias décadas. Al año siguiente del terremoto, una descripción presenta a Santa Marta como una “ciudad de aspecto miserable”, en la que no había hoteles, residían sólo siete extranjeros y las únicas edificaciones de cierto valor eran la catedral, el palacio gubernamental y las residencias de los comerciantes Joaquín de Mier y Juan Fairbank. En 1835, Santa Marta era una pequeña ciudad de escasos seis mil habitantes, población que disminuyó en las décadas siguientes, de acuerdo con los censos de 1843 y 1851.
En la década de 1840 sucedieron varios hechos destacados para el progreso de Santa Marta. Así por ejemplo, inició actividades la Caja de Ahorros de Santa Marta (1846), se estableció el alumbrado público de la ciudad (1848) y se constituyó la “Sociedad Filarmónica de Santa Marta” (1849). Otro hecho significativo fue el establecimiento del primer periódico económico y comercial del país, la Gaceta Mercantil, editada por Manuel Murillo Toro entre 1847 y 1860.
Durante varias décadas del siglo XIX, Santa Marta fue el principal puerto de la Nueva Granada, por donde se movilizaba gran parte del comercio exterior del país y sus recaudos de aduana superaban ampliamente a los de Cartagena, Sabanilla y Barranquilla. Durante el período 1840 – 1872 Santa Marta se convirtió en el principal puerto importador de la Nueva Granada y durante algunos años también fue el mayor exportador. En el año fiscal 1871-1872 los recaudos de Santa Marta y Sabanilla fueron muy similares, pero ya al año siguiente ésta última aduana superó a Santa Marta ampliamente. Lo paradójico de Santa Marta es que su dinámica comercial durante el siglo XIX, estuvo acompañada con una disminución de su población en términos absolutos y relativos.

Siglo XX

El auge del banano impulsó una ola migratoria hacia Ciénaga, la Zona Bananera y Santa Marta, desde diferentes departamentos de Colombia y del exterior. Es así como a esta subregión llegaron varias familias originarias de Bogotá, Bolívar, Antioquia y otras subregiones del departamento del Magdalena como Valledupar y la provincia de Padilla (sur de La Guajira), en busca de oportunidades. De todas las familias llegadas a esta subregión, con el pasar de los años la historia más conocida sería la de los Márquez Iguarán, abuelos maternos del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien haría universal el nombre de Macondo, pueblo imaginario que podría ser cualquiera de los ubicados en el Caribe colombiano.
A mediados del siglo XX, cuando la economía del banano comenzaba a mostrar sus limitaciones, empezó el desarrollo del turismo con la construcción del Hotel Tamacá, la carretera a El Rodadero y el Hotel Tairona. Dos décadas después Santa Marta, era uno de los principales destinos turísticos de Colombia, ofrecía una serie de atractivos para toda clase de turistas: El Rodadero, Taganga, las diferentes ensenadas del Parque Tayrona, sitios arqueológicos como Pueblito, Ciudad Perdida y los petroglifos de Donama, el Morro, la Sierra Nevada, la Quinta de San Pedro Alejandrino y la Catedral Basílica de Santa Marta, entre otros.

Siglo XI

La Santa Marta de finales del siglo XX y principios del XXI se debate entre su proyección como ciudad turística y la especialización de sus costas en puertos carboneros. Entre 1994 y 2005, la zona portuaria de Santa Marta-Ciénaga pasó de exportar 2,3 millones a cerca de 28 millones de toneladas de carbón, incrementándose la participación de 15% a 51% del carbón exportado. Para que estas dos actividades se puedan seguir desarrollando en el Distrito de Santa Marta, es necesario regular estrictamente los sitios por donde se exporta el carbón, aplicando técnicas modernas de transporte y embarque del mineral.
En el 2025 Santa Marta cumplirá 500 años de fundada y desde ya la ciudad de Cuchacique, de Bastidas y de Bolívar (la ciudad tayrona, hispana y republicana) debe prepararse para ser el principal destino ecoturístico y de turismo cultural en Colombia. El desarrollo sostenible de Santa Marta es posible, siempre y cuando la ciudad se proyecte hacia el siglo XXI con administraciones públicas honestas, transparentes y eficientes, que cumplan con su función social y permitan la libre iniciativa de empresarios emprendedores.



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